
Para producir un litro de agua potable se generaba otro de salmuera. La lógica es simple: si la concentración media de sales en el agua del mar es de 30/35 gramos por litro y a uno le quitas toda la sal, te queda otro con 60/70 gramos de sales.
Cada día, en el mundo, las desaladoras generan 141,5 millones de m3 salmuera. Es un 50% más de lo que se creía. Al año son unos 51.700 millones de m3, cantidad suficiente para cubrir la extensión de España con una fina capa de aguas hipersalinas. Así que para producir un litro de agua potable, hay que generar 1,5 litros de salmuera.
Un litro de salmuera tiene unos 60 gramos de sales de minerales, algunos con gran interés comercial, como el litio o el magnesio.
El gran problema es que, mientras las desaladoras de interior han de cumplir una normativa muy exigente para reducir esta salmuera, en las que se nutren del agua del mar, la única opción viable por ahora es devolver el agua al mar, como pasaría en la Isla de La Palma, con el extra de sales con el riesgo que supone para extra de sales con el medio.

En España las especies más afectadas son la Posidonia Oceanica, la Cymodea nodosa o la Zostera noltii, que son praderas acuáticas, algunas de ellas endémicas del Mediterráneo y protegidas”, comenta el investigador del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, Íñigo Losada, no relacionado con el estudio. “También hay algas o moluscos que pueden verse afectados. En general, aunque también puede afectar a los peces, estos suelen abandonar la zona del vertido cuando las condiciones no son las adecuadas”, añade. Queda por saber si, aunque estos efectos son locales, la gran cantidad de desaladoras y de salmuera que producen acabarán por convertirse en un problema global.