La semana pasada el Mar Menor se despertó con una postal desoladora. Peces, anguilas, cangrejos y crustáceos agonizaban en la orilla de varias playas de la Región de Murcia. Buscaban desesperadamente una vía de escape ante la falta de oxígeno del agua, pero finalmente murieron horas después. Se han recogido tres toneladas de peces asfixiados. Ante las impactantes imágenes, las autoridades murcianas se apresuraron a responsabilizar de la catástrofe a las reciente lluvias torrenciales de la gota fría o DANA. Una justificación que rechazan de lleno los ecologistas. Estos señalan la complicidad de las instituciones con el sector agrario como los únicos responsables. Entonces, ¿se podría haber evitado este lamentable suceso?