Ocurrió este sabado en Entre Ríos una provincia de Argentina , cuando el arbitro del partido y sus asistentes se dieron cuenta de que un niño, tenía las zapatillas rotas, pegados con cinta aislante. Una situación un tanto triste, pero que se transformó en un acto emotivo, cuando el árbitro del encuentro paro el partido, y en medio del silencio de todos los presentes, se sacó sus botines y se los cedió al chico para que pudiera continuar jugando.