
Pues por triste que parezca, hay empresas que se dedican al transporte de nuestro plátano, desde las fincas donde están cultivados hasta los almacenes donde son preparados, empaquetados y posteriormente transportados al destino, donde se terminan por comercializar.
Y como si se tratará de una explotación “tercermundista” de seres humanos ,algunas de las susodichas empresas de trasporte, están pagando sobre los 30 euros, toda la mañana completa, cargando piñas.

Estos “racimos” de manos de plátanos de Canarias, que se colocan de una manera armoniosa, y estructurados por la propia naturaleza de una manera eficaz, y es denominado en la jerga isleña, como piñas o racimos de plátanos, éstas varían entre los 30 y 80 kilos de peso, y los trabajadores que se dedican al duro oficio de trasladar estas piñas, sobre sus hombros en un piso muy desigual, del que está formado el terreno donde se cultiva las plataneras.

Y si buscamos culpables, solo son las empresas de trasporte de plátanos que pagan esas ridículas cuantías en La Palma, claramente están explotando laboralmente a sus operarios, porque las cooperativas tienen otras empresas que también se dedican al desempeño de la misma función , y pagan unos salarios más aceptable a estos profesionales del campo, pero como nos manifestaba hoy, un joven que actualmente está en éste desempeño, “es un trabajo que no es pago con nada”, refiriéndose con esta expresión, a las secuelas que te deja a nivel de salud, este duro oficio.