
En el año 1999 fueron hundidas a 20 metros de profundidad 40 impresionantes cruces de piedra como monumento en memoria a los Mártires de Tazacorte. Al cementerio subacuático se le llama comúnmente las Cruces de Malpique.
En octubre de 2014 estos mártires fueron honrados una vez más con una gran cruz de piedra situada en el Faro de Fuencaliente en la que aparecen los nombres de todas las víctimas.
El beato Ignacio de Azevedo con sus compañeros mártires. Pintura de la autoría de J. Manuel da Silva (en la Iglesia Matriz de El Salvador (La Palma, Islas Canarias)
El corsario Jacques Sourie, a bordo del navío de guerra le Prince, pudo interceptar al galeón de los jesuitas cuando éste se aproximaba a la Punta de Fuencaliente, aprovechando los vientos favorables que le venían del mar por la parte del naciente. Esto sucedió al amanecer del día 15 de julio. A los disparos de intimidación por parte de los piratas, les siguen los intentos de abordaje. Mientras tanto, los otros navíos del pirata se iban acercando al galeón Santiago. A la orden de Sourie, de los cinco barcos franceses saltaron salvajemente sobre el galeón portugués unos piratas armados ávidos de sangre y riquezas. Nada pudieron hacer los tripulantes y los jesuitas. Todos iban sucumbiendo ante tal atroz ataque.
Fue un cruel ataque pirata y ocurrió en el siglo XVI frente a las costas de Fuencaliente: la matanza de los mártires de Tazacorte, 40 monjes franciscanos portugueses y españoles que fueron arrojados por la borda de su buque. En homenaje a ellos, a 20 metros de profundidad, hoy yacen las 40 cruces que reciben la visita regular de fotógrafos submarinos, amantes del buceo nocturno y submarinistas en general. La cercana Reserva Marina de La Palma propicia que el lugar cuente también con una vida marina notable.
